Como dueños responsables de nuestros animales, debemos
garantizarles unos cuidados que protejan su salud y bienestar. Entre los
cuidados fundamentales está el de administrarles una hidratación adecuada.
Para que nuestra mascota no se deshidrate, sobre todo en la
época veraniega, es fundamental que siempre tenga agua fresca a su alcance. Nunca debemos dejar que el cacharrito de su agua
esté vacío y es importante que situemos a nuestro perro en una zona donde no haya sol o que pueda cobijarse bajo una sombra.
Una regla general de cálculo grosero
es que un animal debe beber 2.5 lts más de lo que consume en alimento .
Si un animal come 1 kg de alimento debe consumir 2,5 litros de agua. Si él come 120 g
de alimento balanceado,
él debe beber 300 ml de agua (1¼
taza).
Los animales que comen comidas enlatadas obtienen un gran
porcentaje de agua del alimento y
pueden beber mucho menos que un animal que consume alimento balanceado
seco.
Factores como el calor, ejercicio o lactación pueden
aumentar la ingesta de agua dos
o tres veces sobre lo normal. Un poco de agua de
más no le acarrea problemas al animal pero muy poco puede ser catastrófico.
Si el bebedero contiene agua fresca, limpia y renovada, a una
temperatura ambiente (ni fría ni caliente), al animal le resultará agradable
ingerir pequeños sorbos, sin necesidad de que la sed haga su aparición. Por el
contrario, si el líquido está caliente o sucio, el perro sólo se acercará a
beber por obligación y consumirá menos cantidad de la necesaria, con lo que su
organismo se resentirá.
Si sos de los que llevan a su mascota de viaje y no sabes
cómo darle agua mientras vas en el auto, ya están a la venta unos bebederos
como el de la foto. Se puede enganchar en el respaldo del coche y así tu perro
tendrá agua fresca durante todo el viaje. Como verás, los bordes son muy gruesos
para que el agua no salte en las frenadas o movimientos bruscos.
De todos modos, nuestras mascotas saben instintivamente cuánta agua deben
consumir, y cuándo hacerlo, es decir, saben
dosificarse perfectamente la cantidad de agua que han de beber.
Para un mejor control, debemos poner siempre la misma cantidad de agua en el recipiente para que nosotros mismos vayamos viendo si la cantidad que acostumbra a beber es más o menos la misma. Si vemos que comienza a beber más de lo normal, o menos, conviene que acudamos al veterinario para que determine por qué se está llevando a cabo esa alteración.
Para un mejor control, debemos poner siempre la misma cantidad de agua en el recipiente para que nosotros mismos vayamos viendo si la cantidad que acostumbra a beber es más o menos la misma. Si vemos que comienza a beber más de lo normal, o menos, conviene que acudamos al veterinario para que determine por qué se está llevando a cabo esa alteración.
De más está decir que quienes más sufren de sed son los perros callejeros, ya que no tienen un hogar definitivo donde acudir a beber. Por eso podemos ayudar entre todos a que pasen el verano de una forma un poquito más digna. Colocando en todas las cuadras bebederos caseros, hechos con botellas, recipientes, baldes, etc, podemos brindarle agua fresca a todos esos animales que caminan por toda la ciudad buscando algún charco donde refrescarse. No cuesta nada y ellos, felices!
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