La Navidad propicia los excesos en nuestra dieta y las mascotas,
como integrantes de la familia, no escapan de estas tradiciones. El can tiene necesidades nutricionales específicas y su salud depende de no darle restos de
alimentos que le provoquen graves problemas gastrointestinales. En este artículo
explicaremos los peligros de ofrecer al animal las sobras de las comidas navideñas.
Los platos estrella de la Navidad no son nada recomendables para la salud de las mascotas, sobre todo del perro y para aquellos que tienen alguna patología, los peligros de ingerir sobras se multiplican. Los canes con estómago delicado o que padecen
otro tipo de enfermedades, como diabetes o hipertensión, necesitan un alimento
específico para mantener su dolencia bajo control.
Algunos de los alimentos típicos de las fiestas que están prohibidos para las mascotas son:
CHOCOLATE: ingrediente típico de
algunos dulces navideños, resulta tóxico para los perros ya que contiene "teobromina", una sustancia que su sistema digestivo no puede digerir.
UVAS: son una fruta típica
para despedir el año, es parte de nuestra tradición comer 12 uvas, una con cada campanada; sin embargo, tanto al natural como cuando se procesan para conseguir pasas, resultan tóxicas para el perro, ya que afectan el funcionamiento de
los riñones del animal.
CARNE DE CORDERO: los perros no digieren bien la carne de cordero debido a su
grasa, según explican algunos veterinarios. Les provoca molestias y, sobre todo cuando está fría, es
causa de vómitos y diarrea. Además, los huesos presentes en los platos
desechados por la familia resultan peligrosos para la salud canina porque
provocan perforaciones intestinales.
LÁCTEOS: La leche y otros productos que
contienen lactosa,
como yogures, queso o incluso algunos postres, no son recomendables para la
salud del can. El perro no asimila esta molécula cuando la ingiere en grandes
cantidades porque su estómago carece de la enzima encargada de
destruirla y metabolizarla. Las consecuencias para un perro que
toma lactosa son problemas digestivos como vómitos o diarrea.
FRUTAS SECAS/TURRONES: no puede digerirlos porque no los mastican, sino que los tragan enteros.
SAL: Los perros necesitan muy poca sal. Con la cantidad que ingieren con su alimento habitual es suficiente. Sin embargo, este componente es frecuente en las cenas navideñas, por lo que al ofrecer las sobras al
perro, este digiere más de la que precisa. Alimentos como las sardinas en aceite,
el jamón o cualquier otro alimento navideño sazonado
no son recomendables. La sal se debe evitar, sobre todo, en los perros con problemas de corazón que tienen la tensión alta.
Un perro no es un tacho de basura al que echar las sobras de la comida de Navidad. Ellos no entienden lo que nosotros festejamos, por lo tanto su vida debe seguir lo más normal posible; seguí dándole su porción de balanceado o si queres premiarlo, algún hueso grande sin astillas para que pueda entretenerse varias horas. También podes conseguirle en las veterinarias bocaditos de diferentes sabores que son muy apetitosos.
Felices Fiestas para todos!!!!!
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