Asociación Protectora de Animales Villaguay: MITOS SOBRE LA CASTRACIÓN

Muchos son los mitos que rodean a la castración de nuestras mascotas. Quizás por miedo, ignorancia o falta de información, las personas no toman a la esterilización de sus animales como una parte importante de su libreta sanitaria. Aquí, los mitos más comúnmente escuchados:

1) Mito: Yo no tengo que esterilizar a mi animal. El problema de la sobrepoblación se produce por la reproducción de los perros callejeros.
Verdad: La “fábrica “ de animales domésticos se encuentra en las casas. Muchos dueños permiten que sus animales salgan de su casa solos y frecuentemente se cruzan sin darse cuenta. Por otro lado, algunas personas sostienen que se harán responsables de encontrar buenos hogares a los cachorros; pero la experiencia de las Protectoras arroja datos de miles de abandonos de supuestos “buenos hogares”

2) Mito: Las perras y gatas deben haber tenido por lo menos una etapa de celo antes de poder ser esterilizadas.
Verdad: No hay evidencia médica que justifique que una gata o perra deba haber tenido una etapa de celo antes de ser esterilizada. ¿Sabías que un animal esterilizado vivirá una vida más larga y más sana? Mientras más pronto se esterilice la hembra, mejor será su salud en el futuro. De hecho, la esterilización de gatas y perras elimina la posibilidad del desarrollo de cáncer ovárico y uterino y reduce significativamente la amenaza de cáncer mamario.

3) Mito: Si lo/la castro va a engordar
Verdad: Al castrarlo, el animal se vuelve más tranquilo, menos nervioso, por tanto deja de gastar una porción de calorías de las que gastaba antes. Solo se debe controlar el alimento que el animal ingiere. El perro como el humano no engorda por castrarse si no por comer en exceso, si un perro después de castrar aumenta de peso, es porque su alimentación energética es mas alta que su ejercicio. El perro hasta los dos años se esta desarrollando para obtener un tamaño de adulto. Si tiene una vida sedentaria, con una mala y abundante alimentación, engorda. Normalmente se suele sentir lastima por el perro castrado y es muy común compensar ese sentimiento humano, dando de nuestra comida alta en calorías para así, aliviar nuestra culpa.

5) Mito: Al castrarlos cambian de comportamiento

Verdad: No es que el perro/gato cambie su forma de ser, sino que, evidentemente, le ahorramos todo ese estrés asociado al celo o a la búsqueda de la hembra. Por tanto, el animal estará más tranquilo, sociable, cariñoso y estable de lo que estaba antes.

6) Mito: Si lo castro se van a deprimir por no poder aparearse.

Verdad: No se produce ningún trauma psicológico luego de la castración ya que la sexualidad en los animales depende exclusivamente de efectos hormonales. El macho ni siquiera reconoce como propios a los cachorros y la hembra los cría hasta cierto tiempo, preparándolos para independizarse. No tienen religiones o culturas; un padre se reproducirá con su hija, al igual que una madre cuando sus cachorros sean adultos podrá reproducirse con su hijo o nieto. Los animales se reproducen únicamente para asegurar la supervivencia de su especie.

7) Mito: Los perros de Raza no se castran, es solo para perros mestizos.

Verdad: Uno de los problemas de superpoblación es la busca de lucro con los perros de raza, la mayoría de las personas consideran que es cuestión de encontrar a un macho y una hembra sanos, para tener cachorros y así poder venderlos fácilmente.No tener conocimientos de razas, ha producido un gran crecimiento de perros con problemas de salud congénitos, un ejemplo son razas como Golden Retrevier, Ovejeros, que incrementaron la displasia de cadera.

8) Mito: el macho deja de ser macho si lo castro

Verdad: un macho castrado sigue siendo macho, en muchos casos al reducir bastante los niveles hormonales dejan de orinar levantando la pata, eso no significa que ahora es una hembra, si no que no tiene conducta de marcaje. Incluso es beneficioso porque controlan mejor los esfínteres y evitan molestias hogareñas, como orinar en las paredes.